Entendiendo la productividad como el resultado de lo que se produce con la capacidad de producción que se tiene, significa entonces que aumentar la productividad se consigue en dos vías, aumentando la producción y la capacidad de producción.
CÓMO INCREMENTAR EL RESULTADO DE LO QUE SE PRODUCE
La producción no se mide por cantidad de trabajo. Se mide por el impacto o el valor que genera el trabajo realizado. Hacer muchas cosas que no generen valor, no es lo mismo que alta producción. El valor no siempre se correlaciona con cantidad. Se puede entonces ser más productivo haciendo una sola actividad que genere mucho impacto, que haciendo 100 que no aporten nada.
Mejorar la producción se consigue maximizando el retorno de valor a partir de una mejor priorización de los esfuerzos.
CÓMO INCREMENTAR LA CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN
Hacer un trabajo con mala calidad implica a futuro posibles reprocesos. Siempre será más costoso reparar un trabajo mal hecho que hacerlo con buena calidad desde el inicio.
Hacer más de una tarea a la vez implica un desperdicio de tiempo producto del cambio de contexto, siempre cuesta retomar el ritmo de trabajo una vez se sufre una interrupción y se está más expuesto a cometer errores.
Implementar mejoras al proceso o mejorar la forma en cómo trabajamos frecuentemente, aumenta considerablemente la capacidad de producción. Puede ser importante cortar madera, pero si lo hacemos con un hacha sin filo posiblemente vamos a tardar más que si nos detenemos a afilarla.
La capacidad de producción es finita y siempre estará condicionada por recursos como el tiempo o el dinero. Un día tiene 24 horas, y la productividad en un día está limitada por los resultados que se pueden obtener en este tiempo.
Forzar la capacidad de producción hasta el límite puede representar una aparente mejoría a corto plazo, pero no es sostenible, tarde o temprano terminaría destruyendo toda capacidad de producción.
Es muy importante saber gestionar las expectativas del resultado esperado. Ya lo decía el rey al principito, «Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer.»
CÓMO SER MÁS PRODUCTIVO
Si las expectativas superan los límites reales que condicionan la capacidad de producción, siempre quedará la sensación de no ser productivo.
En lugar de intentar alargar las horas de trabajo de un día o pretender más de lo que realmente se puede hacer, asegurar un ritmo de trabajo sostenible, hacer un trabajo con calidad y foco, dedicar tiempo para afilar el hacha y priorizar las acciones por impacto, son la mejor forma de aumentar la productividad.
